lunes, 1 de julio de 2013
Canon, obras y el Estado
Leopoldo Monzón Ugarriza
En los últimos días, los medios periodísticos nos han mostrado cuatro noticias revelan la realidad de nuestro país respecto a las inversiones y la capacidad de gasto del Estado.
Críticas a la ejecución de obras no relevantes por parte de los gobiernos locales, el escaso nivel de ejecución de los presupuestos aprobados en lo que va del año por parte del Estado en general, y la inminente caída de los precios de los metales más importantes para la economía nacional y las medidas tomadas para promover las inversiones fueron los temas principales.
Respecto a los dos primeros puntos, es fácil culpar al nivel más bajo de decisión del Estado, representado por los alcaldes, y no hacer nada para revertir la situación actual.
Es momento que el Gobierno central promueva la formulación de los planes estratégicos para los 1824 distritos del país. Ya basta de planes hechos solo para cumplir, realizados en su mayoría con escasísimo presupuesto.
Este es el momento para que el Ministerio de Economía, en acuerdo con el Ceplan y los gobiernos locales, convoque a profesionales peruanos con experiencia en la ejecución de planes utilizando los recursos del canon -en el caso de que existan o del erario nacional en caso contrario-.
Estos planes tendrán como elemento adjunto los principales perfiles de las obras aprobadas por el MEF, ya que ellos mismos precisarán el esquema con que se realicen y la contratación y preparación de profesionales se basarán en normas del propio Ministerio. Además, estos deberán tener énfasis en Agua Potable, Saneamiento, Catastro, Educación, Salud, Accesos y Electrificación; y en una segunda etapa, en Reforestación, Agricultura, Ganadería y Turismo; considerando en ello la vocación del territorio.
Conocemos que esto es ambicioso, por lo que planteamos comenzar con los Gobiernos Regionales con un capital S/.200mm; es decir, menos del 5% de lo obtenido por el canon el año pasado, y que permitirá la agilización de los proyectos, pasando a la etapa de construcción un año antes de lo que se lograría con las condiciones actuales, y generando inversiones regionales en el orden de los S/.12.000mm entre proyectos públicos y privados.
Si extrapolamos esto a nivel provincial y distrital, las inversiones se triplicarán y generarán un crecimiento de por lo menos tres puntos del PBI, lo que permitirá al país manejar la crisis internacional con otra perspectiva.
Respecto a los puntos tres y cuatro, nosotros no podemos controlar los precios de los metales, pero sí podemos producir más a un precio menor eliminando los sobrecostos, y podemos conseguir que nuestras utilidades no disminuyan dramáticamente.
Para ello hay que dar un paso más agresivo en las medidas tomadas en la promoción de inversiones, promoviendo la recuperación adelantada del IGV por inversiones extractoras de recursos naturales ambientalmente sostenibles, la imputación de impuestos para proyectos que involucren la realización de planes e ingeniería en áreas colindantes a los proyectos, así como para capacitación y generación de empleo en dichas zonas; y finalmente, incluir una norma de paz social del proyecto garantizada por el Gobierno central una vez que la población acepte el proyecto.
Estos pasos nos pondrán por encima de nuestros competidores regionales en la captura de capitales y nos permitirán por lo menos sostener el crecimiento a los niveles actuales.
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