Publicado: Viernes
13 de enero, 2012
Fuente: BN Américas
La minería ilegal se
ha estado extendiendo por todo Perú y, además de provocar contaminación
ambiental, cuesta al Gobierno Nacional y a los gobiernos regionales millones de
soles en impuestos impagos.
La erradicación de
las labores extractivas ilegales es una prioridad del gobierno y el Congreso se
encuentra debatiendo un proyecto de ley para implementar una nueva normativa
destinada a combatir esta actividad.
BNamericas conversó
con el consultor de temas mineros internacionales y director de la compañía
Proesmin, Leopoldo Monzón, sobre la actual situación de estas actividades en
Perú y su recomendación respecto de las medidas que se deberían tomar para
resolver el problema y garantizar una minería sostenible.
BNamericas: ¿Cómo empezó a conocer sobre el
tema de la minería ilegal en Perú?
Monzón:
En paralelo a mi cargo en Proesmin he sido gerente general de una empresa
minera cuya principal actividad era la búsqueda de la formalización de la
minería en Perú a través de la construcción de plantas de lixiviación que
eliminen el uso del mercurio en el proceso de la concentración del oro. Ello me
permitió tratar por tres años consecutivos con mineros informales,
logrando que muchos de ellos pasen de la informalidad a la formalidad.
BNamericas: ¿Qué impulsa principalmente la
extracción ilegal de oro en Perú?
Monzón:
Existen varios factores que la hacen posible y personas e instituciones que
obtienen beneficios de la minería informal que no desean cambiar la situación
actual.
Primero tenemos la falta de un
empleo de por lo menos de subsistencia en zonas cercanas a yacimientos
auríferos. [A ello se suma] la casi nula defensa de la propiedad privada por
parte de los diferentes gobiernos, el precio del oro actual y la facilidad de
extracción del oro usando tecnologías depredadoras del medioambiente.
Entre las personas e
instituciones [que avalan este statu quo] se encuentran los proveedores de
explosivos e insumos químicos [mercurio, cianuro, cal, etcétera] y maquinarias
[dragas] que multiplican el costo de los mismos.
También están los propietarios de
servicios de transporte que transportan el relave, los compradores del relave
[residuos del proceso de amalgamación o cianuración] y las plantas de
tratamiento de relaves.
BNamericas: ¿La minería informal es muy
generalizada en Perú?
Monzón:
Desgraciadamente muy generalizada. Está presente en los siguientes
departamentos desde el norte al sur: Piura, Cajamarca, ríos de Loreto y
Amazonas, La Libertad, Cerro de Pasco, Junín y Huánuco, Lima, Ica, Arequipa,
Ayacucho y zona de Madre Dios y Puno.
En más de la mitad de las
regiones del país hay zonas con minería informal y se estima que más del 15% de
la producción de oro en Perú, 25t, proviene de la minería informal.
BNamericas: ¿Qué papel desempeñan las
plantas procesadoras en la minería informal?
Monzón:
Hay buenas y malas. Cuando la planta tiene una estrategia de solo compra de
mineral y no relave y son plantas que actúan respetando el medioambiente
estaríamos resolviendo una parte del problema, pero cuando la planta se dedica
a comprar relave estamos alentando la destrucción del medioambiente. Por ello
considero que el Estado debe emitir una norma que evite la práctica de compra
de relave y el tratamiento informal de mineral.
BNamericas: ¿Los sindicatos de mineras
informales están organizados?
Monzón:
Los conocidos son Fenamarpe y Sonamipe. Uno de ellos [Fenamarpe] agrupa en su
mayoría a informales que desean romper el ordenamiento del sistema de
concesiones que maneja el Ingemmet [Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico]
y no respetar la propiedad superficial y las concesiones mineras. El segundo está
mejor organizado y tratando de volver a los informales en mineros artesanales,
es decir, incorporarlos al sistema legal.
BNamericas: ¿Por qué Madre de Dios es la
región más afectada por la minería ilegal?
Monzón:
Existen hoy más de 50.000 personas dedicadas a la minería ilegal
depredando el medioambiente en Madre De Dios. Lo que sucede es que el costo por
onza de oro ha pasado de US$400/oz a US$1.600/oz, multiplicándose [el valor de]
las reservas del mineral en el área.
Tampoco existe un ordenamiento territorial
que determine claramente qué zonas pueden ser explotadas y cuáles no porque son
medioambientalmente frágiles.
Debido a ello, muchas personas
sienten que puedan ubicarse en cualquier lugar y comenzar el proceso de
extracción de minerales de oro. Si a esto asociamos la falta de empleo y un
Estado de derecho que no se ha respetado en los últimos años, tenemos la
combinación perfecta para la ilegalidad.
BNamericas: ¿Qué solución propone para
frenar la minería informal?
Monzón:
Debemos promover el desarrollo de los siguientes temas importantes: planes de
desarrollo y la zonificación ecológica-económica y ordenamiento territorial en
las provincias donde existe la minería informal. Esto determinará cuáles son
las zonas ecológicamente sostenibles para llevar una explotación racional de
recursos mineros.
Segundo, respetar el Estado de
derecho y potenciar el sistema de concesiones con una variante en las
concesiones que en donde no se haya realizado inversión en exploración o
explotación en los últimos 10 años se revierta al Estado.
Tercero, prohibir a las plantas
existentes el servicio de tratamiento de relaves; cuarto, establecer normas
estrictas en la compra y venta de insumos químicos y de explosivos.
Por último, promover una ley
contra invasores bajo pena de cárcel y denuncia penal.
BNamericas: ¿Qué opina sobre la Ley de
Consulta Previa?
Monzón:
Nosotros creemos que es una estupenda iniciativa que -normada adecuadamente-
puede prevenir muchos conflictos y esto debido a que las empresas extractoras
de recursos no renovables pondrán en discusión sus proyectos con la población y
aquellos que verdaderamente beneficien mayoritariamente a las comunidades,
que aseguren la sostenibilidad en el tiempo en actividades paralelas como
la agricultura, ganadería, turismo, forestales, etcétera, y que respeten el
medioambiente no tendrán dificultad en ser aprobados.
El empresario no debe tener
preocupación si planea y ejecuta sus proyectos con prioridad en el tema de
responsabilidad social. La población estará de acuerdo siempre. Basta ver dónde
surgen los conflictos y dónde hay paz social y los programas emprendidos por
unos y otros.
BNamericas: ¿Cómo ve el futuro de la
minería en Perú?
Monzón:
Creo que en Perú y en el mundo no habrá más minería si es que no se tiene un cuidado
extremo del medioambiente y sin que haya responsabilidad social en entornos
mayores a los considerados actualmente como área de influencia [de un
proyecto].
Los programas deben tener en
consideración estas premisas a la hora de hacer las estimaciones de viabilidad.
Solo esto asegurará que los US$50.000mn en Perú previstos en inversión se
lleven a cabo.
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