Publicado: Viernes
10 de febrero, 2012
Por Rafael Ponce de Leon
Business News Americas
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El proyecto cuprífero peruano Toromocho, a cargo
de la firma de capitales chinos Chinalco, podría
convertirse en el próximoMinas Conga si
la empresa no comienza a invertir más en las comunidades afectadas, dijo a
BNamericas el consultor en temas mineros internacionales Leopoldo Monzón. El
proyecto se ubica en la Región Junín y demandará una inversión de US$2.200mn.
Toromocho requiere la reubicación de
cerca de 5.000 habitantes de la localidad de Morococha, donde operará la mina,
que comenzó a construirse el año pasado.
Chinalco debiera emprender en conjunto
con la comunidad un plan de desarrollo para la expansión urbana de la nueva
localidad de Morococha, señaló el experto.
Además, la empresa debiera ofrecer
programas de capacitación para que las personas puedan desarrollar sus
habilidades en las principales actividades económicas de la región, que son la
minería, la agricultura, la ganadería y el turismo, de acuerdo con Monzón.
EXTENSIÓN DE PLAZO
El Ministerio de Energía y Minas (MEM)
aprobó el estudio de impacto ambiental de Toromocho en diciembre del 2010.
El proyecto iba a comenzar a operar en
el 2013, pero el MEM aprobó el jueves (9 de febrero) la extensión del plan de
inversión hasta enero del 2014, dio a conocer la agencia de noticias Andina.
Entre enero y noviembre del 2011,
Chinalco destinó US$622mn para Toromocho, de acuerdo con el ministerio.
La planta tendrá una capacidad de
117.000t/d para obtener 1Mt/a de concentrados. La empresa espera producir
800.000t de concentrados en el primer año de producción y alcanzar la plena
capacidad en el tercer o cuarto año.
Toromocho se localiza 142km al este de
Lima, a unos 4.500m sobre el nivel del mar. Sus reservas se calculan en 1,5Mt.
CONGA
En noviembre pasado, la estadounidense Newmont Mining (NYSE:
NEM) se vio obligada a suspender la construcción de su proyecto de oro y cobre
de US$4.800mn Minas Conga en la Región Cajamarca a causa de las protestas cada
vez más violentas que protagonizaban las comunidades locales en contra de la
iniciativa.
El proyecto está siendo sometido a
peritaje internacional, que las autoridades analizarán antes de que se pueda
dar el visto bueno. El conflicto por Conga se ha vuelto emblemático de muchas
protestas sociales en contra de proyectos mineros en el país y el resultado
podría sentar un precedente para el sector, señalan analistas.
Newmont tiene el 51,35% del proyecto,
mientras que la minera localBuenaventura (NYSE:
BVN) posee un 43,65% y la Corporación Financiera Internacional del
Grupo del Banco Mundial cuenta
con un 5%.
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